
El planeta está enfrentando desafíos críticos y con ello, se exige a personas y empresas responder de manera seria y oportuna. El cambio climático, los desastres naturales, los riesgos ambientales y la creciente presión sobre la escasez de los recursos naturales, impulsan la sostenibilidad como un pilar estratégico en las organizaciones y la transformación digital como un elemento clave del proceso.
Por su parte, la transformación digital constituye un aspecto clave en el éxito de los cambios a realizar. De hecho, según el Foro Económico Mundial, para el 2022 se digitalizará más del 60% del PIB mundial, y se estima que el 70% del nuevo valor creado en la próxima década se basará en plataformas digitales. Sin embargo, cabe mencionar que en Chile, sólo un 52% de las mayores empresas cuentan con un plan claro y robusto para transformarse digitalmente, según la tercera edición del Índice de Madurez Digital Virtus (IMDV®) de la consultora Virtus Partners, lo que evidencia una evolución lenta pese a la pandemia.
El concepto de sostenibilidad digital ha tomado relevancia, puesto que una empresa puede impulsar aún más su gestión sostenible por medio de inversiones e implementación de la tecnología.
En efecto, la transformación digital de las empresas ya no parece ser una opción y está lejos de ser solo una solución temporal, más bien es un cambio de planteamiento sin vuelta atrás. Una revolución en la manera de funcionar a todos los niveles.
Transformación digital y sostenibilidad
Tener una responsabilidad ambiental por parte de las empresas y personas, como se ha dicho anteriormente, toma mayor posicionamiento, y las tecnologías digitales como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático o, incluso, el almacenamiento en la nube, están ayudando a alcanzar los objetivos de sostenibilidad de diversas maneras gracias a que ayudan a dejar de utilizar recursos materiales.
Algunas fuentes explican que una de las claves de la tecnología para aportar a un mundo más verde está en la anticipación y proactividad, y eso tiene que ver mucho con la predicción. Las nuevas herramientas digitales que nacen de la transformación digital permiten superar barreras y realizar un efectivo seguimiento de KPI’s para identificar comportamientos y adelantarse a posibles incumplimientos y escenarios. Esto último resulta ser muy valioso cuando las regulaciones ambientales están en constante cambio.
Sin duda que se requiere de un cambio de mentalidad para adaptarse a la digitalización, pues el objetivo del proceso de transformación digital de las empresas está en buscar la manera más adecuada de implementación para que la tecnología permita transformar en digital todas las áreas de un negocio. Por supuesto, también implica un cambio cultural en la manera de hacer las cosas dentro de la empresa.
Más digital, más competitividad
Un estudio de 2017 del Massachusetts Institute of Technology (MIT), arrojó que las empresas que más se adapten a nuevos recursos tecnológicos, serán las más rentables y contarán con clientes más satisfechos. A cinco años de este estudio, el contexto global es cada vez más tecnológico, y la transformación digital de las empresas es imprescindible para ganar competitividad. Se estima que las empresas que tienen en marcha nuevas prácticas digitales y sostenibles, se vuelven más competitivas y robustas tanto interna como externamente.
Y es que, no solo se trata de costes, ingresos y productividad, porque la transformación digital viene conectada con la sostenibilidad. La tecnología permite crear procesos más eficientes y respetuosos que no solo consiguen mejores resultados de negocio, sino también medioambientales, porque transformación digital también significa decisiones basadas en datos y la sostenibilidad no es la excepción, es decir, que al tener más y mejores datos de las operaciones, las empresas pueden tomar mejores decisiones para mitigar o reducir su impacto socioambiental.
Un estudio de Accenture, indica que la migración a la nube puede llegar a suponer hasta un 65% de reducción de consumo energético y de un 84% de emisiones de carbono. Y con aplicaciones sostenibles esta reducción puede llegar hasta el 98%.
Cabe mencionar que como en todo orden de cosas, las decisiones de compra de las organizaciones también tienen impacto. En este caso, si están en procesos de transformación digital, es importante que seleccionen a sus proveedores en base a sus impactos. Por ejemplo, elegir un data center o proveedor de servicios cloud que utilice energía renovable o que tenga otras prácticas de sostenibilidad
No hay duda que la digitalización optimiza todo tipo de recursos, creando cadenas de suministros sostenibles en empresas de todos los sectores y de paso, cumplir con los ODS.
Para fortalecer lo anterior, cabe destacar que ONU explicó en un informe que desde el 2010, las emisiones de gases que causan el calentamiento global, excluyendo aquellas producidas por el uso de la tierra, que son más inciertas y variables, han registrado un crecimiento promedio anual del 1,3%. En 2019, el aumento fue más pronunciado y llegó a un 2,6% debido al gran aumento de incendios forestales. El contexto es dramático y pone énfasis en que contribuir a preservar los recursos naturales, de la mano de la sostenibilidad, la transformación digital es clave para alcanzar un futuro sustentable.