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Los cambios regulatorios, las expectativas de los consumidores y los estándares internacionales demandan operaciones responsables que integren criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG).

En este contexto, gestionar proveedores sostenibles y medir su impacto en la cadena de suministro, se ha convertido en una piedra angular para garantizar la resiliencia, reputación y competitividad de las empresas.

proveedores sostenibles

Marco regulatorio: avances

En Latinoamérica, el cumplimiento normativo en sostenibilidad viene hace años ganando terreno, y Chile se posiciona como un referente gracias a la Norma de Carácter General Nº 461 (NCG 461) de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF).

A nivel global, estándares como el Global Reporting Initiative (GRI) y los principios del Pacto Global de las Naciones Unidas, proporcionan directrices claras para gestionar e informar sobre el impacto de la cadena de suministro. Sin embargo, el desafío no es solo cumplir, sino integrar estos marcos en la cultura organizacional y trasladarlos a las prácticas de los proveedores, asegurando que las evaluaciones sean consistentes, comparables y verificables.

Marco regulatorio: desafíos

A pesar de estos avances, todavía persisten brechas significativas en la implementación y alcance de estas normativas. Muchas empresas, especialmente aquellas de menor tamaño o con cadenas de suministro complejas, enfrentan dificultades para adaptarse a los estándares ASG debido a la falta de recursos o experiencia.

Además, el cumplimiento sigue siendo en gran medida voluntario en varios países de la región, lo que limita su impacto sistémico.

Por ello, es que la tendencia apunta hacia un aumento en las exigencias regulatorias, impulsada por la creciente presión de los mercados internacionales, los consumidores y los inversionistas.

Etapas recomendadas para la gestión sostenible de proveedores

Implementar una gestión sostenible de proveedores requiere un enfoque estructurado que permita integrar criterios ASG en cada etapa del proceso. Esto facilita el alineamiento con estándares internacionales y normativas locales, y asegura un impacto positivo a largo plazo. 

Las principales etapas se componen por:

Identificación y mapeo de la cadena de suministro

El primer paso consiste en identificar y clasificar a los proveedores según su relevancia estratégica. Esto incluye mapear la cadena de suministro para entender dónde se generan los mayores impactos, y priorizar aquellos proveedores críticos para el negocio.

Definición de criterios y estándares de sostenibilidad

Es fundamental establecer criterios claros y alineados con la estrategia corporativa y los estándares globales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o los lineamientos del Global Reporting Initiative (GRI). Estos criterios deben abarcar aspectos clave como la medición de la huella de carbono, condiciones laborales justas, cumplimiento normativo, prácticas de gobernanza, entre otros.

Evaluación de los proveedores

Realizar evaluaciones para medir el desempeño actual de los proveedores en relación con los criterios establecidos. Esto puede incluir cuestionarios de autoevaluación, auditorías y revisión de esta herramienta, con el objetivo de identificar brechas, áreas de mejora y gestionar riesgos.

Desarrollo de capacidades y colaboración

Trabajar en conjunto con los proveedores para cerrar las brechas identificadas, ofreciendo instancias de capacitación, herramientas y recursos como programas financiados por la empresa mandante.

Monitoreo y seguimiento continuo

Implementar sistemas de monitoreo para evaluar regularmente el desempeño de los proveedores, utilizando indicadores clave (KPIs) y mediciones anuales o bianuales. El seguimiento constante asegura que las mejoras implementadas se mantengan y evolucionen.

Integración de sostenibilidad en los contratos y Código de Conducta

Incorporar cláusulas de sostenibilidad en los contratos con proveedores, estableciendo compromisos claros y sanciones en caso de incumplimiento formaliza las expectativas y fortalece la relación entre ambas partes. 

Además, se puede incluir la creación, y posterior adopción de un Código de Conducta de proveedores que establezca los principios, normas y expectativas que una empresa tiene hacia sus proveedores en materia de ética, sostenibilidad y cumplimiento normativo.

Comunicación de resultados

Finalmente, es de suma importancia reportar los avances en la gestión sostenible de proveedores de forma transparente, tanto internamente como hacia los grupos de interés externos. Esto refuerza la confianza en la marca y posiciona a la empresa como un referente en sostenibilidad.

Digitalización: tendencia emergente en la gestión sostenible de proveedores

Una de las principales tendencias es la digitalización, que está revolucionando los procesos de evaluación y monitoreo de proveedores. 

Las empresas están adoptando plataformas tecnológicas que permiten recopilar datos en tiempo real, integrar sistemas de trazabilidad y optimizar las evaluaciones. Estas herramientas no solo aumentan la eficiencia operativa, sino que también ofrecen una mayor visibilidad sobre el desempeño de los proveedores, facilitando la toma de decisiones estratégicas basadas en información precisa.

Beneficios de una cadena de suministro sostenible

Entre los beneficios más destacados se encuentra la reducción de costos, ya que la implementación de prácticas más eficientes en el uso de recursos y la prevención de riesgos legales contribuyen significativamente a optimizar las operaciones y minimizar pérdidas económicas. 

A esto se suma la mejora reputacional, que refuerza la confianza de los inversionistas, consumidores y otros grupos de interés, posicionando a la empresa como un actor responsable y confiable en su sector.

Cumplimiento normativo

Otro beneficio de la gestión sostenible de proveedores es el cumplimiento normativo. Al alinear las operaciones de la cadena de suministro con las legislaciones y normas nacionales e internacionales, las empresas evitan sanciones y conflictos legales, y también demuestran un compromiso con la transparencia y la responsabilidad, elementos que, como siempre nos gusta mencionar, son cada vez más valorados por los mercados globales.

Conclusiones: gestión proveedores sostenibles

La gestión de proveedores sostenibles y la medición de su impacto en la cadena de suministro no son solo una obligación ética, sino una estrategia clave para la competitividad empresarial. 

Las empresas que integran la sostenibilidad en su cadena de valor no solo mitigan riesgos, sino que generan valor compartido y fortalecen sus relaciones con los grupos de interés, además de asegurar de que sus acciones y compromisos ASG, no se vean afectados por proveedores que no están alineados con la sostenibilidad.

Sin embargo, el desafío radica en traducir estos compromisos en acciones concretas, utilizando herramientas innovadoras y fomentando la colaboración con los proveedores para maximizar los impactos positivos a largo plazo.

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Fernanda Gonzalez

Cientista Política y consultora Senior del área de Sostenibilidad Estratégica de Proyecta Impacto. Entrega apoyo a empresas en el proceso de Certificación B, gestión de proveedores sostenibles, realización de análisis de materialidad, estrategia de sostenibilidad e implementación de mejoras ASG.

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