
Los cambios en el clima afectan las operaciones de empresas de múltiples sectores y de múltiples formas. Teniendo esto en cuenta, es que una estrategia empresarial de adaptación al cambio climático se vuelve tan importante para mantener las operaciones del negocio por medio de la planeación estratégica de acciones que permitan responder a la emergencia del climática para minimizar el impacto negativo del mismo y asegurar la continuidad operacional de la organización.
Cuando se habla de una adaptación al cambio climático, se refiere a un proceso de ajuste de la empresa a la situación actual del clima o su proyección en el futuro de los posibles cambios que este puede generar en los sistemas humanos y empresariales. Adaptarse es implementar transformaciones para minimizar los riesgos para la empresa ante el nuevo escenario climático, como lo son las olas de calor, el aumento de huracanes, o, en el caso local, sequías prolongadas. Pero también, la adaptación es minimizar los daños ecológicos ya ocasionados y aprovechar las oportunidades de mejora que permitirán a la empresa enfrentar el cambio climático sin ver afectada su continuidad y operación diaria.
En sí, una estrategia empresarial de adaptación al cambio climático es la definición de un plan de acción por parte de la empresa frente a distintos escenarios de emergencia climática en los cuales podría verse afectada. Este plan de acción define acciones de adaptación que vayan en la línea de, por ejemplo, modificar infraestructuras, ajustar presupuestos, y dedicar presupuestos para el desarrollo de proyectos que vayan en la línea de adaptaciones que se que tengan que hacer en las distintas áreas operacionales y administrativas para, a la vez, mitigar posibles impactos de riesgo sobre el cambio climático en su funcionalidad empresarial.
Diferencias entre mitigación y adaptación
Las empresas son la clave principal para reducir los efectos negativos del cambio climático. Para ello, se desarrolla una estrategia de adaptación frente a este escenario, pero, también está presente la mitigación y conocer la diferencia entre adaptación y mitigación es esencial para conocer cómo y por qué llevar a cabo cada una.
Adaptación tiene que ver con las medidas destinadas a actuar sobre los impactos que se han producido en una empresa debido al cambio climático que, como se mencionó anteriormente, es un proceso de ajuste de los posibles cambios que se puede o hay que generar en los sistemas humanos y empresariales.
Por su parte, la mitigación busca reducir los impactos que la empresa está generando como contribución negativa al cambio climático, tales como, reducción de gases de efecto invernadero, captura de carbono, uso de energías renovables, etc.
Ambas estrategias son diferentes, pero claramente complementarias, porque sin mitigación, la capacidad adaptativa de una empresa se verá potencialmente sobrepasada y por su parte, una adaptación que, por ejemplo, no sea baja en emisiones de Gases de Efecto Invernadero, tiene poco sentido, ya que intensifica cuyos efectos se desean evitar.
Si eres empresa y deseas abrirte camino en la sostenibilidad con tus compromisos de Triple Impacto, recuerda que desarrollar una estrategia de mitigación y otra de adaptación con planes de acciones determinados en ambas, te ayudará a asegurar la operatividad diaria de tu negocio frente a escenarios actuales y futuros.