La crisis hídrica afecta al mundo entero. Aterrizando en Chile, el país está en el primer lugar entre los países de América Latina con “estrés hídrico alto”, según estudio World Resources Institute del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. Dentro de la soluciones, la tecnología está entre las más factibles.
Con el crecimiento de la población, la demanda de agua se ha elevado. De hecho, según la Oficina de Estudios y Políticas Públicas, ODEPA, en Chile, el mayor consumidor de agua es el sector agrícola (lo que se repite a nivel mundial), utilizando un 73% del recurso disponible. Asimismo, surgen diversas interrogantes respecto de cómo enfrentar la escasa disponibilidad de agua y garantizar la seguridad alimentaria de los habitantes de la tierra.
El problema estructural de la gestión del agua y el impacto del cambio climático son las principales causas de la creciente escasez hídrica en gran parte del territorio chileno. Así lo confirmó durante 2022 el estudio “Transición Hídrica: El futuro del agua en Chile”, presentado por Fundación Chile, que identificó los principales problemas vinculados al recurso hídrico, entregando datos como que el 44% obedece a fallas en la gestión del agua y su gobernanza; el 17% es provocado por el crecimiento de las actividades productivas y el sobreotorgamiento de derechos de aprovechamiento de aguas; y un 14% se debe a la contaminación del agua por el uso de productos químicos en la agroindustria.
A lo anterior, se suman las causas naturales, como lo son la disminución de precipitaciones de agua y nieve, el derretimiento de nieve y el retroceso de glaciares por aumento de temperaturas. Estos factores, el estudio los posicionó en un cuarto lugar, con un 12%.
Cabe recordar que en marzo de 2022, el 53% de las comunas del país fueron declaradas en sequía, viviendo la mayoría bajo racionamiento del recurso.
14 años de sequía estructural
En noviembre de 2022, Patricio González, investigador del Centro de Investigación y Transferencia en Riego y Agroclimatología de la Universidad de Talca, afirmó en una entrevista para Spanish News, que Chile vive una sequía estructural desde 2007 y que en la región Metropolitana, donde viven más de siete millones de personas, el déficit hídrico rondaba, para esa fecha, el 40%.
González siguió explicando que el problema en Chile «es mayor» que en otros lugares, porque no se han desarrollado las tecnologías para protegerse de los extremos climáticos que azotan al territorio y ahondó en el serio problema de abastecimiento de agua potable y que los desastres climáticos a nivel mundial y en Chile, se deben a la no protección tecnológica de estos extremos y que, por el contrario, se está a expensas de los extremos climáticos que ocurren año a año.
¿Tecnología como solución al problema?
Rivulis, es una empresa líder a nivel mundial que trabaja desde 1966 proporcionando soluciones completas de riego por goteo a las necesidades de los productores. Posee una fuerte presencia a nivel global, con 16 plantas de manufactura y 3 centros de investigación y desarrollo ubicadas en California, Grecia e Israel.
Rivulis, lleva la delantera en lo que es desarrollo y portafolio de soluciones hídricas a través de la tecnología. Por ejemplo, cuentan con un software que permite tomar decisiones de riego de manera inteligente gracias a un algoritmo de imágenes satelitales que van entregando el estado hídrico de los huertos junto al uso del big data de información meteorológica y otros parámetros climáticos que permiten cruzar en este algoritmo los datos, y esa información, proporcionarla para poder tomar decisiones de riego inteligente.
Lo anterior evidencia que la tecnología significa un gran aporte en la eficiencia del uso del agua, siendo un beneficio para los productores y la situación hídrica que se vive en Chile y el mundo. Esto tiene concordancia con lo que dijo en marzo de 2022, Rodrigo Fuster, académico del Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales Renovables de la Facultad de Ciencias Agronómicas e investigador del Centro Avanzado para las Tecnologías del Agua (CAPTA), «(…)El cambio cultural no solo debe involucrar a la población y su consumo en las casas, sino también, a los sectores productivos que debieran ajustar sus sistemas productivos a condiciones de menor disponibilidad hídrica».
Finalmente, Martín Kozak, country manager de Intersystem, en su carta en DF, “Tecnología ante la crisis hídrica”, enfatizó en lo importante que es apostar por la implementación digital como herramienta de solución a la escasez de agua, ya que las plataformas de gestión de datos, machine learning o inteligencia artificial ayudarán a prevenir, detectar y entender variables que no están siendo visibles en la actualidad para poder generar solución al uso del agua en un escenario de estrés hídrico.