
El impuesto verde en México tiene como objetivo incentivar prácticas y comportamientos más sostenibles y amigables con el medioambiente. Se aplica a productos o actividades que generan un impacto negativo en el entorno natural, como la emisión de gases de efecto invernadero, la contaminación del agua o la generación de residuos peligrosos.
Este impuesto busca desincentivar la utilización de recursos no renovables y fomentar la adopción de tecnologías limpias y energías renovables, promoviendo así, la transición hacia una economía más sustentable y consciente con el medioambiente. Los ingresos generados por este impuesto suelen destinarse a programas y proyectos de conservación ambiental y mitigación de daños ecológicos en México.
¿Cuáles son las obligaciones ambientales?
Las empresas mexicanas deben considerar varias obligaciones ambientales en relación con el impuesto verde. En primer lugar, deben realizar una evaluación de su huella ambiental, identificando y cuantificando las emisiones contaminantes y otros impactos ambientales generados por sus operaciones. A partir de esta evaluación, están obligadas a reportar esta información a las autoridades pertinentes, lo que puede incluir datos sobre emisiones de gases de efecto invernadero, manejo de residuos peligrosos, entre otros.
Además, las empresas pueden estar sujetas al pago de impuestos específicos asociados a sus actividades, dependiendo del tipo de impacto ambiental que generen. Es importante que las empresas se mantengan informadas sobre los requisitos y tasas establecidas por las autoridades ambientales a nivel federal y estatal. Asimismo, deben adoptar prácticas y tecnologías sustentables, promoviendo la eficiencia energética, el uso responsable de recursos naturales y la implementación de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático. En última instancia, es fundamental que las empresas estén en constante actualización sobre las regulaciones ambientales vigentes y se comprometan con la adopción de prácticas responsables con el entorno natural en el que operan.
Desde Proyecta Impacto, agencia consultora de sostenibilidad líder en la transformación de empresas hacia la sostenibilidad en México y LATAM, te compartimos una lista de consideraciones clave que contribuyen a obtener un mejor entendimiento de las obligaciones ambientales:
¿A qué empresas aplica?
El impuesto verde en México aplica principalmente a aquellas empresas cuyas actividades generen un impacto negativo en el medioambiente. Esto incluye sectores como la industria química, petrolera, minera, manufacturera y de generación de energía, entre otros. También, puede afectar a empresas que produzcan o utilicen productos con un alto contenido de sustancias contaminantes o que generen residuos peligrosos.
Por ejemplo, una empresa que emita grandes cantidades de gases de efecto invernadero como resultado de su producción o que descargue residuos peligrosos en cuerpos de agua, puede estar sujeta a impuestos ambientales. Sin embargo, las especificidades y tasas de impuestos pueden variar dependiendo de la jurisdicción y las regulaciones aplicables, por lo que es importante que las empresas consulten con asesores fiscales y legales especializados en temas ambientales para asegurarse de cumplir con las obligaciones pertinentes.
¿Cuáles son los estados de la república donde está vigente?
En México, los impuestos verdes son implementados a nivel federal y estatal, y su objetivo principal es desalentar comportamientos y actividades consideradas perjudiciales para el medioambiente. Es importante destacar que la legislación ambiental se basa en el principio precautorio, es decir, se toman medidas antes de que se produzcan daños al ecosistema.
Algunos estados de México han logrado implementar este instrumento en actividades que, por su origen, causan algún tipo de deterioro en el medioambiente. Aquí te los mostramos a continuación.

¿Cómo evitar sanciones?
Para evitar sanciones relacionadas con el impuesto verde en México, y cumplir con las obligaciones ambientales del país, las empresas pueden tomar una serie de medidas. La inicial, es conocer y cumplir con la legislación vigente, es decir, es crucial que las empresas estén al tanto de las regulaciones ambientales federales y estatales que les aplican. Esto incluye el impuesto verde y otras normativas relacionadas con emisiones, manejo de residuos, conservación de recursos, etc.
¿Por dónde empezar?
Inicialmente, lo primero que tienes que hacer es una evaluación ambiental de tu empresa. A continuación, te mostramos los pasos a seguir.
Identificación y aspectos ambientales
Se trata de identificar todas las actividades, productos o servicios de la empresa que tienen un impacto en el medioambiente. Esto puede incluir desde la emisión de gases de efecto invernadero, hasta el uso de materiales peligrosos.
Determinación de los impactos ambientales
Una vez identificados los aspectos ambientales, se evalúa cuáles son los impactos que tiene el entorno. Por ejemplo, una empresa que emite gases de efecto invernadero contribuye al cambio climático, lo que puede tener efectos en la temperatura global, los patrones climáticos y los ecosistemas.
Identificación de requisitos legales y normativos
Se debe determinar qué regulaciones, leyes y normativas aplican a la empresa en relación con los aspectos identificados. Y hay que destacar que esto incluye leyes ambientales, como también, otros requisitos legales y estándares de la industria.
Evaluación de riesgos y oportunidades
Se analizan los riesgos asociados con los impactos ambientales identificados. Esto puede incluir riesgos legales, riesgos de reputación, así como riesgos relacionados con la sostenibilidad de las operaciones a largo plazo. También, se buscan oportunidades para mejorar el desempeño ambiental y obtener beneficios económicos y de imagen.
Establecimiento de metas y objetivos sostenibles
Basándose en los resultados de la evaluación, la empresa debe establecer metas y objetivos para reducir o mitigar los impactos ambientales. Estas metas deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo definido. Por lo demás, una vez definidas estas metas y objetivos sostenibles, se deben definir planes de acción que pueden incluir la implementación de tecnologías más limpias, cambios en los procesos operativos, y el establecimiento de controles para reducir o evitar la emisión de contaminantes.
Seguimiento y medición del desempeño ambiental
Se establecen indicadores clave de desempeño ambiental (KPIs) para monitorear y medir el progreso hacia el logro de las metas y objetivos establecidos.
Reporte y comunicación
La empresa debe estar preparada para reportar sobre su desempeño ambiental a las autoridades pertinentes y, en muchos casos, también a los públicos de interés, como clientes, inversionistas y la comunidad.
Importante destacar que todo lo anterior referente a la evaluación ambiental, ayuda, efectivamente, a cumplir con las regulaciones ambientales, pero también, resulta en una gestión más eficiente de los recursos, una mejora en la reputación de la empresa, y una contribución positiva a la sostenibilidad a largo plazo en México; siempre y cuando, las empresas mexicanas hagan de este proceso una mejora continua.
Si aún no tienes claro cómo empezar a gestionar tus impactos asociados a Cambio Climático, Agua o Residuos, coordinemos una reunión e identifiquemos en conjunto como tu empresa podría avanzar entorno al Impuesto Verde en México.
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