La incertidumbre geopolítica se ha intensificado, y las empresas se enfrentan a un doble desafío: adaptar sus estrategias ante conflictos geopolíticos sin abandonar sus compromisos de sostenibilidad.
Este año, múltiples crisis globales han impactado en la estabilidad institucional y social de diversos países. Aun así, la urgencia climática y los estándares ASG no se han pausado. Pero, ¿debemos preocuparnos a que los compromisos sostenibles y la emergencia climática pierdan prioridad?
¿Qué conflictos geopolíticos están afectando a las empresas en 2025?
La geopolítica dejó de ser un tema exclusivo de los gobiernos. Hoy, cada empresa que exporta, importa o depende de cadenas globales de valor se ve directamente afectada de una u otra forma por los escenarios a nivel mundial.
Abordemos algunos de los conflictos que más cobertura comunicacional tienen.
Panorama global de conflictos geopolíticos
El entorno geopolítico 2024-2025 se caracteriza por una volatilidad elevada, con múltiples focos de conflicto alrededor del mundo. Entre los más destacados se encuentran:
1. Guerra en Ucrania (Rusia-Ucrania)
Este conflicto se ha prolongado, manteniendo tensas las relaciones entre Rusia y Occidente. La guerra ha tenido repercusiones globales, perturbando cadenas de suministro clave y desestabilizando mercados energéticos.
Además, las sanciones internacionales y la incertidumbre regional han contribuido a la volatilidad de los precios de la energía y los alimentos, alimentando la inflación global.
2. Conflicto en Medio Oriente (Israel-Palestina):
Este conflicto ha generado inestabilidad regional y preocupaciones de seguridad energética a nivel global. Si bien su impacto económico ha sido más localizado que el de Ucrania, la crisis humanitaria y las tensiones geopolíticas resultantes han elevado la incertidumbre en los mercados internacionales.
3. Rivalidad entre EE. UU. y China
Más que un conflicto bélico directo, se trata de una tensión geopolítica creciente entre las dos mayores potencias. Disputas comerciales, competencia tecnológica y otras fricciones definen esta rivalidad.
Sus efectos se sienten globalmente con cambios en patrones de abastecimiento y costos arancelarios, ya que muchas empresas reconsideran su dependencia de manufactura en China.
Esta dinámica de «desglobalización» o relocalización de la producción se ve alimentada por políticas nacionales de seguridad económica tanto en Occidente como en Asia.
4. Otras regiones inestables
En otras partes del mundo también persisten conflictos y crisis políticas que contribuyen a un panorama volátil, que si bien, estos eventos pueden ser de alcance más regional, ilustran un entorno global donde la estabilidad geopolítica es frágil.
En conjunto, este aumento de conflictos y tensiones a nivel mundial configura un contexto complejo y desafiante.
Las empresas, por tanto, enfrentan un escenario donde la política internacional puede cambiar rápidamente las reglas del juego en los mercados.
Impacto de los conflictos geopolíticos en las empresas
Los conflictos geopolíticos actuales afectan profundamente el entorno de los negocios. A grandes rasgos, te compartimos los impactos para las empresas.
Disrupción de cadenas de suministro y producción
Las guerras y tensiones internacionales interrumpen rutas comerciales y disponibilidad de insumos.
En respuesta, gobiernos y corporaciones están buscando «des-riesgar» sus cadenas de suministro, reduciendo dependencias de países inestables y diversificando proveedores.
¿El objetivo? 🧐
👉 Buscar una producción local de insumos críticos y mayores inventarios de reserva para mejorar la resiliencia.
Aumento de costos e inflación
La volatilidad geopolítica suele traducirse en choques de precios e inflación en muchos países.
Para las empresas, esto significa costos operativos más altos (materias primas, transporte, energía) y, potencialmente, menor poder adquisitivo de los consumidores.
⚠️ Los márgenes de ganancia se ven presionados y la planificación financiera se complica bajo oscilaciones de precios impredecibles.
Incertidumbre y volatilidad en los mercados
La creciente incertidumbre geopolítica dificulta la planificación estratégica, ya que eventos inesperados (por ejemplo, sanciones comerciales, cambios de gobierno, estallido de conflictos) pueden alterar abruptamente las condiciones de mercado.
Estudios destacan que los riesgos políticos pueden «influir en el crecimiento económico, la inflación, los mercados financieros y las cadenas de suministro» a nivel global.
🤓 Esta volatilidad obliga a las empresas a reforzar su gestión de riesgos, elaborar planes de contingencia y mantenerse ágiles para ajustar inversiones y operaciones según evolucione la situación.
Regulación, sanciones y cumplimiento
Los conflictos suelen venir acompañados de nuevas barreras regulatorias. A su vez, aumenta el escrutinio sobre exportaciones de tecnología sensible y la protección de datos, en medio de rivalidades como la de EE. UU. y China.
⚠️ Las empresas deben invertir más en cumplimiento legal y en adaptar sus cadenas de valor a un mapa geopolítico fragmentado.
Seguridad cibernética
La rivalidad entre naciones también se extiende al terreno digital. Han proliferado los ataques cibernéticos sofisticados. Esta «nueva frontera del conflicto global» incluye sabotajes informáticos y robos de información.
🛡️ En consecuencia, las empresas se ven obligadas a fortalecer sus defensas cibernéticas e invertir en tecnología frente a crecientes amenazas digitales.
Todo esto nos da a entender…
Las empresas enfrentan un contexto de riesgo multidimensional. Los eventos geopolíticos pueden encarecer insumos, romper cadenas de valor, alterar la demanda y restringir operaciones en ciertos mercados.
Prepararse y adaptarse implica adoptar estrategias de resiliencia: diversificación geográfica, análisis de escenarios políticos, planes de continuidad de negocio y un estrecho seguimiento de las tendencias regulatorias internacionales.
Prioridad en sostenibilidad y cambio climático a pesar de todo
Con tantos frentes abiertos, algunas empresas optan por pausar o reducir sus iniciativas ambientales o sociales. Pero esta estrategia puede tener efectos negativos a mediano plazo.
Además, los últimos datos evidencian que la crisis climática no se ha pausado por las disputas geopolíticas; al contrario, sigue acelerándose.
Veamos por qué es importante seguir teniendo foco en materia de cambio climático y sostenibilidad.
En otras palabras, clima y geopolítica son dos caras de una misma moneda de riesgo global que las empresas deben gestionar simultáneamente.
Aún con tensiones geopolíticas, incertidumbre económica y crisis varias como telón de fondo, muchas empresas están profundizando sus iniciativas ASG para navegar la complejidad actual.
Nuevos desafíos para empresas en América Latina
Ante este contexto, ¿qué deben hacer las empresas latinoamericanas para mantener su viabilidad sin comprometer su impacto?
1. Resiliencia en la cadena de valor
Desarrollar proveedores regionales, acortar cadenas logísticas y evaluar la huella de carbono completa son claves.
La sostenibilidad ya no es solo ambiental: también es estratégica.
2. Gestión integrada de riesgos ESG
Las áreas de sostenibilidad deben trabajar en conjunto con finanzas, legales y gestión de riesgos. Anticipar vulnerabilidades políticas o ambientales permite evitar daños mayores.
3. Mantener el propósito en tiempos difíciles
Empresas agrícolas en Perú y Colombia están usando sensores para mejorar la eficiencia hídrica frente a sequías.
En Chile, empresas mineras han acelerado su transición energética para reducir la dependencia de combustibles fósiles volátiles.
Todo está en creer, planificar, desarrollar y accionar 👌🏻.
Oportunidades para América Latina en 2025
La región cuenta con activos estratégicos como el litio, el hidrógeno verde, la biodiversidad y la agricultura regenerativa. Si se desarrollan con responsabilidad, pueden convertir a Latinoamérica en un proveedor clave de soluciones sostenibles a nivel global.
Pero para lograrlo, se necesita:
✅ Transparencia en la trazabilidad
✅ Colaboración público-privada
✅ Protección de comunidades locales
✅ Certificaciones ambientales y sociales robustas
Conclusión: Navegar la tormenta con visión a largo plazo
Las empresas de América Latina están en la primera línea de múltiples crisis: climática, geopolítica y social. Pero las que logren mantener su enfoque en sostenibilidad saldrán fortalecidas.
Invertir en adaptación, medir el impacto real y mantener una narrativa clara ante sus stakeholders será la clave para construir confianza y valor a largo plazo.
¿Cómo puede ayudarte Proyecta Impacto?
En Proyecta Impacto ayudamos a empresas de América Latina a:
- Evaluar y gestionar riesgos ASG
- Implementar estrategias sostenibles con impacto real
- Comunicar sus acciones con transparencia y credibilidad
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