La minería chilena enfrenta un desafío estratégico ineludible: integrar la sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza (ASG) en el corazón de sus operaciones.
En medio de la emergencia climática global y de nuevas exigencias de inversionistas y reguladores, el sector debe proveer minerales clave para la transición energética (como cobre y litio) reduciendo a la vez su huella ambiental.
Aquí, en este nuevo artículo de Proyecta Impacto, analizamos los principales retos ASG de la minería en Chile, cómo se relacionan con las tendencias globales y qué acciones son urgentes.
Minería chilena: desafíos ambientales
1. Mitigar el impacto climático
La industria minera contribuye significativamente a las emisiones y al uso de energía: se estima que representa alrededor del 3,5% del consumo energético global, con una proporción equivalente de emisiones de gases de efecto invernadero.
Reducir esta huella es crítico en un planeta en crisis climática. Chile ha asumido compromisos ambiciosos para descarbonizar su minería; por ejemplo, la Política Nacional Minera 2050 plantea alcanzar la carbononeutralidad en el sector al 2050, con hitos intermedios como reducir 50% la intensidad de emisiones al 2030.
Estas metas están impulsando un cambio acelerado: al año 2025 aproximadamente 70% de la energía que usa la gran minería chilena proviene de fuentes limpias, y se proyecta llegar a 80% en 2026.
👉 Grandes empresas ya operan con contratos 100% de energía renovable – por ejemplo, desde 2021 Escondida y Spence (BHP) utilizan solo electricidad verde en sus procesos. Este cambio reduce las emisiones y responde a las demandas de inversionistas por «cobre verde».
2. Gestión del agua y residuos
Operar en zonas áridas como el norte de Chile impone el reto de minimizar el consumo de agua dulce. La minería chilena ha incrementado el uso de agua de mar desalinizada, llegando a consumir más del 80% del agua desalada del país, con nuevas plantas que abastecen a faenas Este cambio tecnológico en algunas empresas de la minería chilena alivia la presión sobre acuíferos y comunidades locales, aunque conlleva altos costos y consumo energético.
3. Conservación de ecosistemas y cambio climático
La interacción con ecosistemas sensibles (glaciares, salares, áreas protegidas) ha puesto a prueba a la minería chilena. Hoy la tolerancia a fallas ambientales en la minería chilena es mínima: las autoridades y comunidades exigen estándares más altos de desempeño ambiental.
Asimismo, la adaptación al cambio climático es un reto emergente. Las mineras deben fortalecer sus evaluaciones de impacto ambiental continuamente, más allá del estudio inicial para el permiso, incorporando ciencia climática y planes de mitigación y adaptación durante todo el ciclo de vida del proyecto.
Desafíos sociales: comunidades, derechos humanos y DEI
1.Licencia social para operar
Hoy es ampliamente aceptado que ningún proyecto minero prospera sin la aprobación implícita de sus comunidades vecinas. La minería chilena tiene una historia de conflictos socioambientales que han elevado la conciencia de que se requiere un relacionamiento temprano, transparente y respetuoso con las comunidades.
2.Debida diligencia en derechos humanos
El respeto a los derechos humanos en la minería chilena pasó de ser voluntario a convertirse en una exigencia normativa y moral para las mineras.
Los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos (2011) introdujeron el concepto de debida diligencia en esta materia, y en la última década ha habido un consenso global creciente sobre su importancia. La debida diligencia implica evaluar los impactos actuales y futuros en los derechos humanos, adoptar acciones preventivas y correctivas, monitorear resultados y comunicar cómo se abordan dichos impactos.
👉 El mensaje es claro: las empresas mineras deben desarrollar sistemas robustos de gestión de riesgos sociales, con estándares internacionales, auditorías independientes y canales efectivos de denuncia y remediación para las comunidades afectadas.
3. Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI)
La sostenibilidad social no solo mira hacia afuera (comunidades), sino también hacia adentro de las organizaciones. Históricamente, la minería chilena ha sido un sector masculino y con baja diversidad; cambiar esta realidad es un reto y una oportunidad clave.
✅ En Chile se han logrado avances importantes: para 2024 las mujeres alcanzaron un 21,8% de participación en las dotaciones de empresas mineras, más que triplicando el 7,7% registrado en 2014.
⚠️ Pero no basta con contratar más mujeres; es crucial generar una cultura inclusiva que les permita desarrollarse y permanecer en el sector ⚠️. Las empresas deben abordar sesgos y barreras internas – desde condiciones laborales hasta ambientes respetuosos libres de discriminación – para garantizar igualdad de oportunidades.
Gobernanza, inversionistas y regulaciones: hacia una minería chilena transparente
1. Transparencia y rendición de cuentas
En materia de gobernanza corporativa, la sostenibilidad exige pasar del discurso a la acción medible. Las grandes mineras en Chile han adoptado estándares internacionales de reporte y gestión ASG como Global Reporting Initiative (GRI), Sustainability Accounting Standards Board (SASB) e iniciativas específicas como The Copper Mark para el cobre responsable.
2. Exigencias normativas en evolución
Además de la autorregulación, el sector de la minería chilena enfrenta nuevos marcos regulatorios que obligan a la sostenibilidad. A nivel nacional, Chile promulgó en 2022 la Ley Marco de Cambio Climático que fija la carbono-neutralidad al 2050 y establece presupuestos de carbono por sector, incluyendo minería.
Minería chilena: un llamado a la acción
Los retos ASG en la minería chilena son tan urgentes como complejos, pero abordarlos ofrece beneficios tangibles. No se trata únicamente de cumplir regulaciones o satisfacer a los inversionistas; en el fondo, una minería sostenible es sinónimo de resiliencia y competitividad a largo plazo.
Este es un llamado profesional y empático a los líderes, gerentes, dueños y jefaturas del sector minero en Chile: es momento de pasar de las promesas a la acción. Incorporar procesos de debida diligencia en derechos humanos, potenciar políticas de diversidad e inclusión, y perfeccionar la evaluación y mitigación de impactos ambientales no son tareas que deban enfrentarse en soledad.
🤝✅ Contar con asesoría especializada en sostenibilidad puede marcar la diferencia para traducir objetivos ASG en planes concretos y efectivos. Con el acompañamiento adecuado que brindamos en Proyecta Impacto, las empresas mineras pueden convertir los desafíos ASG en oportunidades: oportunidades de innovación, de mejora de productividad y de creación de valor compartido con la sociedad.
La invitación es a tomar la iniciativa y trabajar estos aspectos de forma estratégica y proactiva. De esta manera, la minería chilena no solo seguirá siendo pilar de la economía, sino que también será protagonista de un futuro más sustentable, humano y próspero para todos.
